Reto de Prosperidad

Reto de Prosperidad – Día 18

Activando intensivamente la Prosperidad en mi vida

18

Lectura y actividad: Experimenta la prosperidad

Día 18
LAS HADAS VERDES

Ahora tienes un plan: un destino próspero en la mente, un destino en el que piensas a diario. Comienzas a reconocer lo que realmente quieres de la vida.

Durante las últimas semanas, quizá hayas notado algunos ajustes que le quisieras hacer a tu Plan, algunas pequeñas mejoras. Siéntete en total libertad de hacerlo. Es tu plan. Y como el arquitecto principal de tu vida, puedes cambiar lo que quieras. Adelante con el ajuste.

Pero ten cuidado, no se trata de conformarse. No permitas que tus creencias anteriores bajen el nivel de tus sueños. Rehúsate a permitir que tus inseguridades te digan que lo que deseas no puede suceder. NADA es imposible. NADA.

Aun si tu sueño incluye algo que parezca tan imposible como el que aparezcan hadas verdes en la mitad de la noche a limpiar tu oficina de arriba abajo. Si ese es tu sueño, mantenlo. No te apegues al “cómo” va a suceder, y no permitas que nadie – ni siquiera tu mismo – te diga que no puede suceder.

Así no te sorprenderás cuando paseando tarde alguna noche, pases por tu oficina y veas una camioneta en el estacionamiento. Debe de pertenecer al nuevo equipo de limpieza, te dirás, justo antes de que notes las palabras pintadas en el lado de la camioneta: SERVICIO DE LIMPIEZA DE LAS HADAS VERDES.

Los sueños se vuelven realidad cuando los dejamos suceder. Hasta los imposibles. Ama tu sueño. Ama la posibilidad. Y ámate a ti lo suficiente para dejar que tu sueño se haga realidad.

La Acción del Día:
v Lee nuevamente tu Plan de Negocio para la Prosperidad.
v Coloca tu cuota de dinero del día de hoy en tu contenedor y lee la afirmación que está en el contenedor tres veces.
v Bendice a todos los que están a tu alrededor, incluyendo a los otros participantes en este experimento. Imagina como aquellos a quienes bendices prosperan y se rodean del bien. Entonces bendícete a ti mismo e imagina lo mismo. Puedes continuar bendiciendo a la persona o personas en tu lista de bendiciones.

El Pensamiento del Día:
“A veces he creído hasta en seis cosas imposibles antes del desayuno.”  –La Reina en Alicia en el País de las Maravillas por Lewis Carroll

La Afirmación del Día:
“Nada es imposible para mi.”

  • Reto de prosperidad

Hace algún tiempo, mientras que una de mis nietas y yo paseábamos, aproveché el momento para hablarle acerca de las bendiciones. De regreso, íbamos bendiciendo doblemente a todos los que nos encontrábamos en el camino. Yo los bendecía con amor, júbilo y paz, mientras que mi nieta los cubría en bendiciones de bienestar y prosperidad. Cuando pasamos junto a una limusina ella se rió y me dijo, “Creo que ellos no necesitan bendiciones. Ya tienen suficiente bienestar y prosperidad”.

“Todos necesitan nuestras bendiciones”, le respondí. “Nadie está exento”.

Recordé esa conversación recientemente mientras leía un libro llamado “El Alma del Dinero” escrito por Lynne Twist, donde ella describe cierto incidente que ocurrió cuando logró el sueño de su vida que era el de reunirse con la Madre Teresa en el Orfanatorio de las Misioneras de la Caridad en la Vieja Delhi. Considerando que cada momento que estuviera con la Madre Teresa era algo muy preciado, se sintió inmediatamente irritada cuando su reunión fue rudamente interrumpida por una pareja de millonarios que entraron abruptamente y sin ser anunciados. “Primero los olí, después los escuché” dice ella. “Eran una pareja de Indios de edad mediana, un hombre y una mujer, ambos muy altos, gordos, excesivamente perfumados y obviamente muy ricos. La mujer entró primero, haciéndose camino para entrar antes que su esposo, moviéndose agresivamente hacia la pequeña mesa donde nos reuníamos. Tenía diamantes en sus orejas y en su nariz. Sus brazos estaban cubiertos de lujosos brazaletes, muchos de ellos con piedras preciosas. Usaba mucho maquillaje y traía puesto un sari azul y blanco con opulentos brocados de oro y plata. Tenía sobrepeso, lo que causaba que el sari se le abriera en la parte media de su cuerpo.

“Su esposo era aún más grande, más gordo y más extravagante que ella. Usaba un turbante con un topacio en el centro justo arriba de su frente, con un Kurta (blusón indio) con brocados en blanco. Tenía un anillo en cada dedo de ambas manos. En el silencio de ese pasillo, aparentaba que yo les agradaba a estos monstruos que entraron para robar mi tranquilidad e intimidad.

“Sin saludarnos ni a la Madre Teresa ni a mí, esa ruidosa y enorme mujer puso una cámara en mi mano mientras ella y su esposo jalaban a la Madre Teresa de su silla y la recargaban entre ellos en la pared demandándole que se tomara una fotos con ellos.

“’No habíamos podido tomarnos una foto. ¡Necesitamos tomarnos una foto!’, se quejó la mujer gritando, y me hizo una seña para que tomara la foto con su cámara. Yo me quedé lívida. La belleza de mi momento con la Madre Teresa se había resquebrajado con el enojo que sentía hacia estos intrusos rudos y opulentos. En cuanto tomé la foto, la mujer, que era alta, le ordenó a la Madre Teresa que la volteara a ver mientras le tomaba una segunda foto. La Madre Teresa estaba jorobada del cuello por su edad y por la osteoporosis, pero sin dudarlo un segundo la mujer tomó la barbilla de la Madre Teresa y la forzó a ver hacia arriba. Horrorizada de que alguien pudiera tratar así a la Madre Teresa de Calcuta y deseando que se fueran, tomé la segunda foto. La mujer entonces me arrebató la cámara y ella y su esposo, sin siquiera decir “gracias” a la Madre Teresa o a mí, desaparecieron de prisa y ruidosamente por el pasillo.
“La Madre Teresa regresó a su silla junto a la mesa y continuó como si nada hubiera pasado, terminando con el tema de nuestra previa conversación”, comentó Twist. “Pero apenas la podía yo escuchar, yo estaba tan enojada con esta pareja”. Más tarde esa noche, mientras revisaba la escena una y otra vez en su mente, la autora le escribió una carta a la Madre Teresa, confesándole su sentimiento de ira y pidiéndole perdón por sus prejuicios y falta de compasión.

Varias semanas después, la Madre Teresa respondió por carta, reprendiendo a Twist por su falta de compasión y recordándole que todo mundo necesita amor y comprensión. “El círculo vicioso de la pobreza, dijo ella, ha sido claramente articulado y es ampliamente conocido. Lo que es menos obvio y casi no se reconoce, es el círculo vicioso de la riqueza. No se reconoce que con frecuencia la riqueza es una trampa para el sufrimiento de los ricos; también lo son la soledad, el aislamiento, el endurecimiento del corazón, el hambre y la pobreza del corazón que vienen con la carga de la riqueza.
Ella me hizo ver que yo no había tenido compasión hacia los fuertes, los poderosos y ricos, cuando ellos necesitaban tanta compasión como cualquier otra persona en la Tierra.

“‘Debes abrirles tu corazón y convertirte en estudiante y maestra de ellos’ le dijo en la carta. ‘Abre tu compasión e inclúyelos. Esta es una parte importante del trabajo de tu vida. No los dejes fuera de ella. También son tu trabajo.'”

Todo con el que nos encontramos en la vida llega por alguna razón, para cumplir algún propósito. Nos servirá de maestro o nosotros a él. Todo el que conocemos, sin importar las circunstancias, su rango o estatus, es valioso y necesita de nuestro amor y aprecio.

Todo mundo necesita de nuestras bendiciones. No hay nadie que esté exento.

El Ejercicio del Día de hoy: Piénsalo. ¿Hay alguien en tu vida que no creas que realmente necesita de una bendición? Si lo crees, ahora tienes una maravillosa oportunidad para confrontar tus creencias y juicios internos.

Utilizando tu Diario de Bendiciones, escribe todas las razones por las que creas que esta persona o personas no necesitan bendiciones. ¿Crees que son más privilegiados o buenos que tú? ¿Te sientes incómodo frente a ellos? ¿Son ofensivos contigo? ¿O sencillamente hasta ahora nunca habías pensado que necesitaran de bendiciones? Escribe las respuestas que te lleguen a la mente. Ahora tómate un momento para enviarles una bendición, observa cómo te sientes y escribe tus sentimientos también. El cambiar tu forma de pensar a veces requerirá ayuda. El confrontar tus sentimientos, escribirlos y soltarlos sirve de ayuda.

La afirmación del día de hoy: “Nadie está exento de recibir una bendición”

La frase del día: “Cuando sabes con seguridad absoluta que las cosas no solo pueden ser diferentes, sino que se pueden resolver por completo, te comprometes con el trabajo de una manera fundamental. No te preguntes ‘y si…’ Determina el ‘cómo hacerlo’. Busca las causas raíz y elige caminos diferentes. Lynne Twist

Nos “vemos” en la siguiente lección y hasta entonces recuerda, SIEMPRE ES MEJOR BENDECIR. ¡Y todo ESTÁ BIEN!

Bendiciones,
Kate

  • Decir Decreto de Merecimiento : durante 90 días (del libro que estás trabajando)
  • Decir Oración Ho’oponopono: durante 90 días
  • Escribe tu  Agradecimiento diario de las cosas que ya están en tu vida
  • Mensaje diario personal de agradecimiento: manda un mensaje o habla con alguien personalmente y agradécele algo que te haya dado o aporte a tu vida.
  • Reto de meditación Deepak: https://open.spotify.com/episode/6gOmqWfWpMqOMvFHlJnWTk?si=4986514dc60c4ce7
  • Contar dinero todas las noches: no importa la cantidad que tengas, cuenta y observa lo bellos que son los billetes, las monedas, las imágenes en ellos y los detalles
  • Pega en algún lugar visible tu Mapa para visualizar tus deseos: todos los días cierra los ojos e imagina en presente que ya está sucediendo.

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