Las primeras 24 horas… caminando a la acción

A las 10 de la mañana, ya corrí, fui a nadar, desayuné saludablemente, me bañé y estoy lista para comenzar a trabajar en mi libro. Son las nueve de la mañana, suena el despertador; abro los ojos. Sólo digo -cinco minutos más- y vuelvo a dormirme profundamente. Son las diez de la mañana, abro los ojos y vuelvo a darme cuenta que sólo lo logre en imaginación.

En mi cabeza he logrado tantas cosas fantásticas y maravillosas. Desde mandar ese mensaje de felicitación a quien cumplió años hace un mes y que olvide por completo en la acción pero no en la imaginación; hasta lograr que mi negocio, que aún no he puesto, sea un éxito.

Son las once de la mañana y ya logré levantarme y con ” suerte” ya estoy bañada. Con calma abro mi nuevo libro, es nuevo pero trata de lo mismo, más frases hermosas de desarrollo, superación, motivación, etcétera. Reflexiono detenidamente en muchas de ellas y sigo asintiendo como signo de aprobación. Suena también, me hacen tanto sentido. Creo que son verdad. Creo que mi mente y mi cuerpo las entienden, las aprenden y también las creen de verdad. Ya empiezo a desesperarme, me he leído casi todo el anaquel de desarrollo, superación, motivación, … De la librería, de la biblioteca y de mis amigos. Pienso que pienso de la misma forma, pienso que hago todo lo que ahí dicen; sí, sólo lo pienso.

Ya me estoy desesperando, y cada vez más, pues la magia no se manifiesta y no veo concretado nada, mi vida sigue igual. Me he leído hasta el secreto y mi realidad sigue igual. Y yo sigo pensando e imaginando.

Son las dos de la mañana, hoy vi dos películas del tema además de mis lecturas. Pienso, sí, sólo pienso, que voy por buen camino. Hasta que me doy cuenta que hoy tampoco logre hacer nada. Son las dos de la mañana y sólo pensé, pero no hice.

Mientras duermo tengo un sueño extraño que me hace decir: ¡Ay! Soy la señora que va a misa, afirma mientras el sermón del Padre, se da golpes de pecho, piensa que suena todo tan bonito, el amarnos los unos a los otros; pero cuando llega casa habla mal de sus vecinos, inventa chismes y comete indiscreciones y de paso raya el coche del vecino y envenena el gato blanco que asustaba a su canario. Ella piensa que cree todas las buenas ideas de los domingos pero de eso no hace nada.

Y de mi interior surgen frases bonitas y alentadoras. “No basta con creer que son buenas ideas hay que llevar la sala práctica”. “Pienso, luego actúo, luego existo cómo quiero”. ¿Qué tanto quiero lograr lo que quiero? ¿Cuál es mi secreto? ¿Qué es lo que me detiene o frena para llevarlo a cabo y lograrlo? ¿qué es lo que me está faltando?

Mi conclusión, mi respuesta: ” actuar” “accionar” “volición”